Boss - Champion - Blizzard
InnovaDiscs dice que los Blizzard Champion de menos de 140 gramos flotan en el agua. Ya con eso, si juegas cerca de lagos, charcas o cualquier zona con agua, tipo Parque de los Lagos, te quitas un buen marrón de encima.
No solo es un Boss cualquiera… este viene en Blizzard Champion, ese plástico de Innova con microburbujitas que lo hacen ultraligero pero sigue siendo duro como un bocata de calamares de domingo.
Y ojo: este molde fue durante un buen tiempo el récord mundial de distancia, llegando a los 1.108 pies (unos 338 metros). Una barbaridad.
Para backhand es una gozada, pero lo mejor es que, incluso con manos medianas, su aro ultra-ancho se agarra de lujo si buscas un forehand potente. Tiene ese “no sé qué” que cae justo entre un Wraith y un Destroyer… un clásico fiable que nunca falla.
Otra cosa guapa de los discos ligeros es cómo se comportan en altitud. Cuanto más subes, menos densa está el aire y los discos se vuelven más sobreestables. Bajando unos gramillos recuperas ese glide que se pierde y el disco vuelve a volar como está pensado, sin caer en picado antes de tiempo.
Y aquí va una opinión de la casa, muy real del día a día:
Para muchos jugadores de más de 50 años, cualquier driver de velocidad 10 para arriba se disfruta mucho más en peso Blizzard.
El disco sigue siendo estable y potente, pero al ser más ligero es más fácil meterle velocidad, timing y mecánica buena sin partirte el brazo. Vamos, que esos moldes “demasiado rápidos” vuelven a ser jugables… y muy divertidos.